Vivir de forma consciente.
Llevaba mucho tiempo queriendo compartir unas humildes líneas sobre un tema que posiblemente es más importante de lo que uno puede llegar a imaginar. Yo, como seguramente la mayoría de las personas, he sufrido ansiedad, estrés, miedo y me he replanteado mi felicidad cientos de veces. Me he sentido perdida y aún a veces, me cuesta mirarme al espejo y encontrarme.
Estos sentimientos me empujaron a indagar, leer y reflexionar sobre la importancia de dedicar más tiempo a escucharme e intentar disfrutar de vivir aquí y ahora.
Si sabes de lo que hablo y alguna vez te has sentido así, te abrazo.
Vivir conscientemente es encender la luz para ver lo que nos rodea, lo que nos hace sufrir, y conseguir un mayor estado de bienestar y felicidad.
Este nuevo viaje, como cualquier otro, puede ser difícil y no cambiar tu interior de forma inmediata. Puede ser largo, tener varias escalas, incluso hacer paradas en lugares desconocidos. Pero si quieres realizarlo, te diré que podrá convertirse en el viaje de tu vida.
Antes de seguir quiero aclarar que mi intención no es darte una lección sobre cómo se debe vivir, tampoco es seguir ninguna moda ni poner etiquetas. Simplemente quiero compartir contigo mi estilo de vida que va en consonancia con mis creencias, cosas que pongo en práctica, que me ayudan y que pueden tener cierto valor para ti.
- Este modo de vivir tiene un objetivo claro: tu bienestar.
- Te enfrenta a ti mismo y te da el valor de poder cambiar aquello que te hace sufrir.
- Es una manera de escucharte de nuevo, prestar atención a tus pensamientos y abrazar tus emociones.
- Una oportunidad para mejorar tus relaciones, todas. La primera la relación que tienes contigo.
- Puedes llegar a aceptarte a ti y a otros sin juicios.
- Ser capaz de establecer límites sin dejar de lado a los demás.
- Te recuerda que eres tú quien elige la alegría y la tristeza, el placer, el dolor o tus miedos más profundos.
Posiblemente ahora te estés preguntando cómo poder empezar a hacerlo. Hay muchas herramientas disponibles. La práctica del mindfulness o el yoga, elegir un estilo de vida más sencillo, sostenible y respetuoso o priorizar por una alimentación saludable y una vida activa pueden ayudarte a conseguir tu objetivo.
Por mi parte quiero compartir aquí un pequeño ejercicio que puede darte la oportunidad de empezar y volver a conectar con lo que importa, con tu ser. Solo necesitas tranquilidad y elegir un rincón donde poder relajarte y pensar sin distracciones. Aprender a observarnos sin evaluarnos o compararnos puede no ser fácil, así que paciencia. Este ejercicio no se resuelve en un día, ni una semana y quizás tampoco en un mes.
Siéntate y respira siendo consciente de cada inhalación y exhalación.
Posiblemente al cabo de unos minutos empezarán a aflorar pensamientos, no fuerces la situación, no hay nada que esté bien o mal.
Cuando esto suceda es el momento de hacerte una pregunta:
¿Cómo te sientes en este momento?
Intenta poner nombre a esa emoción y en la medida de lo posible describirla.
¿En qué parte del cuerpo lo sientes?
No pasa nada si te cuesta trabajo identificar la emoción, desistes o consideras que no merece la pena. Este ejercicio solo se trata de observar y sentir.
Puede que sientas ansiedad y que interiormente este ejercicio solo te haga sentir mal, el silencio puede llegar a ser muy poderoso. Si es así para y da un paso atrás. Quizá no es el momento de empezar esta práctica.
Puedes empezar practicando una secuencia sencilla de yoga, siguiendo una respiración pautada e intentando seguir cada paso sin adelantarte al siguiente. Siempre puedes volver aquí cuando sientas que es tu momento.
Recuerda, te abrazo.